lunes, 18 de octubre de 2010

Vascos, Navalmoralejo. Toledo.

El yacimiento arqueológico de Vascos es probablemente uno de los más espectaculares de todo Al Andalus, tanto por su estado de conservación como por el emplazamiento y calidad de sus restos.

Camino a la alcazaba

El acceso es un poco complicado, ya hay que llegar hasta la localidad de Puente del Arzobispo y ahí tomar la carretera que lleva a Navalmoralejo, CM-4100, fijándose que en el kilómetro 8 aproximadamente hay un desvío frente a la TO-7021-V que es el camino que lleva hasta el yacimiento.

La entrada también está restringida y sólo puede visitarse los sábados de 9 a 14 horas durante determinados (en verano no se puede ir porque suele haber campañas de excavación). Pero no está muy claro el periodo abierto según las fuentes consultadas, de modo que conviene llamar por teléfono antes de ir:

925 436 317 / 925 267 400
Finca de Las Cucañas, 45573. Navalmoralejo, Toledo.

Se trata de una ciudad entera y verdadera, amurallada, que desarrolló toda su plenitud entre los siglos X y XI. Sus fundadores eligieron un emplazamiento que les permitía controlar la vertiente sur de la sierra de Gredos, especialmente la zona del Puerto del Pico por donde, aprovechando la calzada romana, solían atacar las tropas cristianas del norte. Además, estaba rodeada de arroyos y cauces de agua que permitieron sostener a una población considerable que habitó un lugar con elementos tales como una alcazaba, tenerías, tiendas, baños, mezquitas, arrabales, sistemas de canalización de aguas, cementerios y demás elementos característicos.

Según está publicado en un texto de Ibn Galib (s. VI de la Hégira - XII dC) se señala que la ciudad de Talavera de la Reina (a unos 35 km. de distancia) tenía tres distritos, uno de los cuales era el de Basak, que por semejanza fonética podría identificarse con Vascos; el topónimo de la ciudad propiamente dicha sería Nafsa. Monedas de Alfonso VI, de las cecas de León y Toledo, señalan como momento final de la ciudad el siglo XI.

Las excavaciones de la ciudad han proporcionado materiales que van desde candados de las puertas de las casas hasta aperos de labranza, amuletos, piezas de joyería y elementos propios de juegos de mesa, como una mancala (un juego de tablero), un alquerque (tres en raya) y los dados (fichas).
Mancala 


Para saber más:

Ricardo Izquierdo Benito (2000): La ciudad hispanomusulmana de Vascos: Navalmoralejo (Toledo). Diputación Provincial de Toledo. ISBN 84-87100-70-8

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