sábado, 11 de octubre de 2014

Mezquita de la Alquibla, Ávila الجامع

En la calle Empedrada número 33 de Ávila quedan los restos de la llamada Mezquita de la Alquibla. Los mudéjares abulenses construyeron varias mezquitas que, en la documentación oficial, reciben el nombre de almagid o almají, versión castellana de al masyid (para saber cómo suena, pinchad en el enlace y, una vez en el traductor, en el icono del altavoz de la parte en árabe).

Esta calle Empedrada es un ejemplo de urbanismo fósil, en la que pueden reconocerse elementos característicos como puertas enmarcadas en arcos de herradura, esgrafíados e incluso, edificaciones completas.


En esa zona de la ciudad se encontraba el barrio de la Morería de la Alquibla, extramuros y al sur del recinto amurallado que conocemos hoy. Hay noticias de dos de ellas, a principios del siglo XVI: una llamada de la villa o Almagid Mayor (en el entorno de la actual iglesia de San Esteban) y otra llamada Almagid de la Solana, al pié de la muralla (en su lugar se construyó el Monasterio de Gracia). En la foto anterior puede verse el edificio, descentrado respecto de la alineación de la calle, de modo que evidencia una ordenación anterior del caserío.


A finales del siglo XIV es cuando aparece este almají de la Alquibla, en el mismo sitio en que se concentraba este barrio importante de mudéjares. Ya en 1480 se construye una mezquita nueva -al sur de la ciudad- en la Morería del Berrocal, según un acuerdo local que garantizaba que, si se cerraban mezquitas fuera de los recintos de las nuevas morerías, se podrían construir otras en ellas. Las mezquitas de este barrio están en uso entre los siglos XIII y XV.



A pesar del tiempo transcurrido, es posible identificarla gracias a los materiales empleados para su construcción (el edificio presenta en su alzado numerosos elementos arqueológicos visibles -estelas funerarias islámicas- reutilizados con posterioridad a 1502, como material constructivo, en añadidos o reformas) y, sobre todo, por la planta, la estructura y la orientación hacia el sureste, es decir, hacia La Meca. Algunos de sus alfaquíes fueron Abd Allāh ben ‘Uzmān ben Ahmad ben Muhammad al-Ansārī, quien fue requerido para emitir una fatwà sobre el modo en que debía practicarse la azala, que comenzó diciendo: En esta nombrada ciudad [Ávila] hay tres aljamas, cada una con su alfaquí (…).

Además de centro de oración, una mezquita es un lugar de reunión social y en este caso, se perfila como un elemento caracterizador del colectivo mudéjar abulense. Afortunadamente, no se destruyó todo lo que se pretendía.






Para saber más, en este caso, una web completa: